Razer ha lanzado una colección que no se parece a nada en el mundo gamer. Bajo el nombre Phantom Collection, la marca toma una decisión radical: exponer el interior de sus periféricos a través de un diseño completamente translúcido. El resultado es una línea que rompe con todo lo anterior, donde la estética deja de ser solo un adorno para convertirse en parte del lenguaje funcional. Esta propuesta no solo muestra la ingeniería interna de cada dispositivo, sino que la convierte en parte del espectáculo visual gracias a la integración total con Razer Chroma RGB, que ahora cobra más protagonismo que nunca.
El uso de materiales transparentes permite que los efectos de iluminación se sientan más vivos y profundos. Y con compatibilidad dinámica en más de 300 juegos, cada periférico reacciona al entorno virtual con precisión. Esto no es solo diseño, es una puesta en escena: cada movimiento, cada clic, cada sonido, ahora tiene una respuesta visual real y envolvente. El hardware deja de ser un simple accesorio para convertirse en una extensión visual del juego.
Nuevas formas de ver (y usar) el hardware
El mouse Basilisk V3 Pro 35K – Phantom Green Edition sigue la misma filosofía. Con cuerpo semitransparente y 12 zonas de iluminación, añade efectos underglow que refuerzan la identidad visual sin perder su esencia: precisión extrema con sensor Focus Pro 35K, rueda HyperScroll configurable, 13 botones programables y los ya conocidos switches ópticos de tercera generación. Un mouse hecho para alto rendimiento, pero con un diseño que por primera vez compite en protagonismo con su funcionalidad.
El teclado BlackWidow V4 75% – Phantom Green Edition también adopta este nuevo lenguaje. Sus keycaps en ABS translúcido proyectan efectos RGB individuales por tecla y también en sus bordes laterales. Lo acompaña un diseño compacto pero robusto con montaje conjunta, amortiguación doble de sonido y soporte hot-swap para una personalización completa. Bajo el cuerpo transparente laten los switches mecánicos Razer Orange Tactile de tercera generación, afinados para una experiencia táctil silenciosa y precisa. Cada elemento responde a una intención clara: rendimiento al nivel competitivo, pero con estilo propio.
Sonido, luz y movimiento en un mismo ecosistema
El headset Razer Barracuda X Chroma – Phantom Green Edition suma seis zonas RGB completamente personalizables, algo poco común en este tipo de productos. Con drivers TriForce de 40 mm, micrófono desmontable HyperClear y una estructura ligera con espuma viscoelástica, está hecho para acompañar sesiones largas de juego o de trabajo. Lo interesante aquí es cómo el audio y la estética se encuentran en un mismo punto: el headset ya no solo se escucha bien, ahora también forma parte del espectáculo visual del setup.
Por su parte, la alfombrilla Razer Firefly V2 Pro – Phantom Green Edition se vuelve un elemento central del escritorio. Su superficie microtexturizada mantiene la precisión para sensores de alta gama, pero lo que destaca es su iluminación LED en toda la superficie, visible gracias al diseño translúcido. Se puede personalizar por zonas desde Razer Synapse y cuenta con un puerto USB para conectar directamente el dongle del Basilisk, cerrando así el ecosistema Phantom de forma inalámbrica y visualmente coherente.
Más que diseño: una declaración de marca
Razer no solo ha cambiado los colores. Ha reescrito las reglas del diseño en periféricos gamer. La Phantom Collection no se conforma con ser distinta: exige atención. Después de colecciones como Quartz, Mercury y White, esta nueva serie lleva la estética al siguiente nivel sin sacrificar funcionalidad. Cada producto funciona como una pieza de hardware de alto nivel, pero también como una declaración visual. Es una línea pensada para quienes no solo juegan, sino que construyen setups como una forma de expresión personal.
Con esta colección, Razer no solo muestra lo que puede hacer con iluminación o materiales: muestra hacia dónde va el futuro del gaming. Y lo hace con luz propia.
