De los 156.000 millones de ataques cibernéticos registrados en el primer semestre de 2022 en Latinoamérica, unos 80.000 millones corresponden a México seguido por Brasil con más de 31.000 millones y Colombia con más de 6.000 millones.
A raíz de que las empresas comenzaron un proceso de digitalización acelerado debido al confinamiento provocado por la pandemia de Covid-19, que propició el aumento del uso de servicios de streaming, video conferencias, banca en línea y almacenamiento en la nube, pequeñas, medianas y grandes empresas han resentido un incremento de ciberataques, situación que pone en riesgo sus operaciones y genera la necesidad de encontrar soluciones que protejan y ayuden a resarcir las consecuencias de los mismos.
Hoy en día una de esas soluciones, que las empresas pueden encontrar en el mercado, son las denominadas Pólizas de Ciber Risk que cubren los costos y pérdidas que generan los ciberdelitos, ya que cuentan con herramientas especializadas de primera respuesta, y de análisis e investigación forense que ayudan a minimizar las pérdidas y a mantener la operación de una empresa que ha recibido ciberataques.
“Actualmente existe una mayor demanda de este tipo de seguros, ya que cada vez más empresas tienen conocimiento de este tipo de protección. El producto de Pólizas de Cyber Risk fue inicialmente desarrollado para grandes empresas, habiendo surgido de este segmento, los primeros “usuarios” en comenzar a consultar por este tipo de cobertura, y en consecuencia a contratarla”, señala Fernando Bustos Picot, Country Manager de Crawford México.
Este tipo de pólizas ha tenido un crecimiento acelerado principalmente en los mercados emergentes, en los cuales los ataques de los hackers están cada vez más enfocados, es por ello que de los 156.000 millones de ataques cibernéticos registrados en el primer semestre de 2022 en Latinoamérica, unos 80.000 millones corresponden a México seguido por Brasil con más de 31.000 millones y Colombia con más de 6.000 millones.
De igual forma Derrick Mackenzie, Director Técnico de Crawford México, aseguró que las magnitudes de los ataques varían, “pero estamos hablando desde afectaciones “pequeñas” hasta de millones de dólares, lo que conlleva pérdidas de empleos y en ocasiones el cese definitivo de la operación de una empresa”.
De acuerdo con el informe “Digital Trust Survey 2022”, elaborado por PwC, los ataques más comunes previstos para este año 2023 son los que tienen como objetivo los servicios en la nube y el ransomware (57%), seguidos del malware y los ataques al software de la cadena de suministro y/o al correo electrónico corporativo (56%).
“Como parte del desarrollo del mercado, y ante el interés y demanda de productos más específicos, varías Aseguradoras ampliaron su oferta de coberturas, destinadas al segmento PYME (Pequeñas y Medianas Empresas). Actualmente existen algunos productos desarrollados para personas físicas, y tendremos que ver cómo evoluciona su penetración en los próximos años”, agregó Mackenzie. “Son muchos los retos que enfrentan las pólizas de Cyber Risk ya que un ataque de ciberseguridad conlleva distintas variables y etapas. Por lo tanto, tener claridad de los riesgos que cubre la póliza es determinante para una buena protección”, finalizó Bustos Picot.
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